domingo, 12 de febrero de 2012

French Kiss


Todos los hombres son unos cabrones, y todos se conocen.



Kate decide viajar a París a recuperar a Charlie, su novio, con el que tenían planeado casarse y que la ha abandonado por una francesa. Pero Kate teme volar, por eso, antes del despegue, intenta visualizar una cabaña para evitar el pánico que le provocan los aviones. A su lado se sienta un excéntrico francés que empieza ha hablarle de repente, incordiándola bastante.
Kate: No sé que le han enseñado en Francia, pero grosero no es lo mismo que interesante. (Mira espantada por la ventanilla)
Luc: Adoro volar. Los motores rugen, las hélices dan vueltas… Hay sólo un lugar donde uno puede sentirse mejor.
Kate: ¿Dónde? … Olvídelo.
Luc: Usted no le teme sólo a los aviones, usted teme vivir. Le teme a la vida, al amor, al sexo. Es fácil de adivinar, mire como se viste, con la camisa abotonada hasta el cuello, es de las que se esconden bajo las sábanas y espían como un conejo.
Kate: Charlie nunca se ha quejado…Es cierto que dejamos de hacerlo durante unos meses pero eso fue porque teníamos mucho trabajo.
Luc: ¿Cuándo fue su primera vez?
Kate: ¿Mi primera vez? A los dieciocho. Una experiencia lamentable. Apuesto a que usted fue más precoz…
Luc: Bueno, sí, a los trece. No, tenía doce. Se llamaba Magda. Era una putain, una prostituta. No era particularmente bonita pero tenía una boca maravillosa, y yo soñaba con besarla, pero no tenía suficiente dinero, porque besar a una prostituta es lo más caro.
Kate: Eso tiene sentido. Un beso es tan íntimo: dos caras que se miran. Todo el romance está en un beso.
Luc: Entonces le robé el dinero a mi hermano Antoine y la besé durante media hora.
Kate: Voy a hacerle una pregunta ¿Cree en ese amor que dura para siempre?
Luc: Bueno, mi madre…
Kate: No, no me refiero a ese tipo de amor, sino al amor entre un hombre y una mujer.
Luc: No es una pregunta interesante, es una pregunta de niñita.
Kate: Es el tipo de pregunta para el que todos creen tener una respuesta hasta que… Claro que usted no puede comprenderlo, es el tipo de hombre que no soportaría comer todos los días en su casa, le gusta ir cada noche a un restaurante distinto…


Tú y tu pequeño caminar.

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